La «cosa en sí», en la que Kant no quiso entrar, no dejaba descansar a Fichte, que quería penetrar en ella mediane su filosofía del yo. Él quería hacer estallar los límites de lo mera mente «trascendental» y llegar a lo »trascendente». (...) La pregunta en cuestión es hasta dónde llega el pensamiento. ¿Conduce en verdad a la esfera del absoluto? Sin duda no, piensa Hölderlin frente a Hegel. Pues el pensamiento no puede evitar la relación con un objeto. Siempre se piensa «algo». Y con ello se da siempre un objeto, o sea, una limitación. El supuesto absoluto deja de ser un absoluto, pues la limitación y el absoluto se excluyen. En consecuencia, si el yo absoluto de Fichte ha de ser realmente absoluto, no puede darse ninguna conciencia en él. Solo lo carente de conciencia está exento de límites. Hölderlin concluye con agudeza: «Como yo absoluto no tengo ninguna conciencia, y si no tengo ninguna conciencia, no soy nada (para mí); por tanto, el yo absoluto es nada (para mí). (Safranski, 2021:114).
ni mi casa es ya mi casa.
Quien todo lo puede también se crea él mismo sus dioses: «¿Qué son los dioses y su espíritu si yo no los anuncio, y ahora digo: ¿quién soy yo?». El inconveniente es que estos dioses creados por uno mismo no pueden llenar como el «ser» envolvente. Quien solo está lleno de sí mismo está condenado al vacío. (...) En su aspiración a la unión mística, Empédocles está completamente solo con Dios o con la «Naturaleza». La unión mística se realiza en él y solo para él. (...) Pero eso es demasiado poco, está pensado en forma demasiado subjetivista, tal como anota Hölderlin. La reconciliación mística tiene que hacerse general, debe abarcar la situación político-social y transformarla. En caso contrario, el místico desgajaría para sí un logro orientado al disfrute propio, separado, o sea, antes de tiempo y sin prestar atención a los otros; y ese comportamiento no puede aceptarse, es egoísta e injusto. (Safranski, 2021:187).
es ressuscita a la vida eterna.
Moment del primer bany de la temporada! |
L'olor de l'herba de Sant Joan impregna la Devesa |