Fins fa ben poc gojava de les publicacions a un grup de Facebook, "Pasión por el románico". De tant en tant, hi col·laborava. Cert és que darrerament el grup s'ha massificat i les intervencions són repetitives, errònies i intranscendents la major part del temps. Tot i això, es pot encara continuar descobrint alguns edificis romànics a tenir en compte en futurs viatges...
L'altre dia vaig col·laborar parlant d'uns edificis que queden en els llimbs quan parlem d'estils artístics canònics. Partia de l'església de Sant Bartomeu de la Todolella. Bé, parlava de teories d'història de l'art sense citar les fonts, però, al capdavall, no estava fent cap treball acadèmic. Ara, m'esborraren el post, i no era per no citar fonts. Era perquè em referí al territori valencià com a "País Valenciano". A la poca estona, una imbècil que, segons deia, "era valenciana y conocía perfectamente la historia de Valencia", em digué que aqueix era un grup seriós i que havia de parlar amb propietat. "Somos la Comunidad Valenciana, y antes fuimos reino y provincia, pero nunca país". Li vaig referir quatre cerques, però segons em digué, no li feien falta, perquè ella era resabuda i m'havia de "dejar de politiqueos". En fins, què més dir d'aquesta merda de gent? Si m'hagués de ficar jo amb cadascú que empra la imbecil·litat de "Comunitat valenciana" (paraules del mateix inventor de la denominació), no tindria temps ni per a dutxar-me!
Es veu que aquesta dona tan llegida es va queixar al moderador del grup i aquest va decidir esborrar la meua intervenció. Em va sentar com un tir: ja està blocat i, el grup, eliminat. Que se'n vagen a cagar els fatxes d'aquest món, em tenen fart!
I com que n'havia guardat el text, el pose ací per si algú li interessa. Ah! I per cert: ja s'ha acabat de dir Comunitat Valenciana. Només m'ha fet falta que em censuren i em prohibisquen emprar el terme País Valencià perquè no en conega cap altre... Hi ha hagut un temps en què la qüestió dels noms me l'ha portat ben fluixa. Però davant de certes actituds, acabes reaccionant!
Clasificar muchas construcciones como románicas o góticas a veces se hace difícil. En el País Valenciano existe un estilo llamado “gótico de reconquista” que, paradójicamente, ni es gótico ni es de reconquista. Efectivamente, las construcciones que se refugian en esta denominación no siempre pueden considerarse góticas y, además, usan un método constructivo que es anterior a la conquista y que se usaba ya en la antigüedad tardía y en el período andalusí para construir edificios de diferente tipología: molinos, masías, etc. El císter también lo usará. Se trata de la técnica de cubrir los espacios con cubiertas de madera sustentadas por arcos de diafragma. En el caso de muchas iglesias valencianas del siglo XIII, este sistema usa sobre todo el arco ojival, pero en edificios que conservan la estética y la planta románica, a parte de seguir usando el arco de medio punto en las aberturas.
Dicho esto, la clasificación de estos edificios se hace compleja, ya que mezclan tradiciones arquitectónicas locales, elementos románicos y elementos góticos. Ahora bien, creo que la etiqueta “gótico de reconquista” esconde edificios que podemos considerar todavía románicos, ya que no usan aquello que en realidad caracteriza el gótico más allá del uso del arco ojival. Así, se observa en ellos una estructura que sostiene el peso de la cubierta en los muros y, por tanto, todavía no encontramos una estructura formada por arcos, bóvedas y contrafuertes (en edificios grandes, también pináculos y arbotantes) que será típica del gótico.
Si observamos bien la primera imagen, correspondiente a la iglesia de San Bartolomé de La Todolella, y hacemos el ejercicio de eliminar mentalmente los añadidos, nos aparecerá una iglesia románica, con su ábside semicircular. Los contrafuertes que observamos al pie del campanario son posteriores a la época de construcción, ya que se construyeron para soportar el peso del añadido al campanario para convertirlo en un conjurador. Así, la iglesia de La Todolella debió ser inicialmente similar (aunque un poco más grande) a la de la vecina aldea de Morella, La Saranyana, hoy en ruinas (adjunto fotos). Otras construcciones pierden el ábside, aunque conservan una estructura sustentada en los muros, como es la iglesia de Santa Lucía de La Salvassòria, otra aldea de Morella. En las fotografías podéis apreciar que los contrafuertes de esta construcción son posteriores, ya que se solapan con los sillares de las esquinas de la iglesia.
En este mismo período aparecen iglesias con una planta similar, pero cuya cubierta está sostenida por arcos de diafragma que se apoyan en contrafuertes. Aquí ya hemos traspasado el románico y nos hemos adentrado en el lenguaje arquitectónico del gótico. Curiosamente, esta tipología constructiva todavía se usará hasta el siglo XVIII y encontraremos numerosos ejemplos a lo largo de la geografía valenciana.
Escribo este post porque alguien escribió si quedarían construcciones románicas por reseñar. Yo creo que sí. Solo hay que pasearse por esta tierra de conquista, donde las tradiciones arquitectónicas se fusionaron durante un siglo. Entre aldeas y despoblados, se descubren construcciones realmente curiosas y que a menudo se tienen poco en cuenta.







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